El impuesto sobre sucesiones y donaciones es un impuesto que el estado cobra cuando una persona recibe bienes o dinero de forma lucrativa, es decir, que no forma parte de ningún intercambio, los recibe a cambio de nada. Así pues, es necesario tener en cuenta el impuesto en los siguientes casos:

  • Sucesiones: Si una persona recibe bienes (como propiedades, dinero, vehículos, etc.) como parte de una sucesión después de la muerte de un familiar. Esta sucesión puede generar la obligación de pagar el impuesto sobre sucesiones y donaciones, ya que debe tributarse por la recepción de los bienes que formaban parte de la herencia.
  • Donaciones: Si una persona recibe bienes o dinero de otra persona, en este caso viva, tendrá que pagar el impuesto sobre sucesiones y donaciones, dependiendo de las circunstancias concretas de la donación. Por ejemplo, si se trata de una donación entre padres e hijos, puede haber bonificación en la cuota del impuesto.

A fin de cumplir con la ley, y conocer las bonificaciones existentes en cada caso, es recomendable que ante cualquier transacción de bienes o servicios se consulte previamente con un asesor fiscal.