No esperé en el último momento. Tramitar una herencia es un trabajo complejo. Es un trámite que implica burocracia, papeles,… y todo ello en un momento vital complicado, con la pérdida de una persona estimada.
Desde Gestingral recomendamos a las familias –siempre que se pueda, evidentemente- que actúen con previsión y tengan los documentos preparados. «Básicamente necesitamos 4 cosas: testamento, certificado de defunción, las últimas voluntades y los seguros de vida. Y a partir de ahí, saber qué bienes tenía esa persona», explica la Patricia Méndez, asesora experta en herencias de Gestingral.
Hay que tener en cuenta que, por ley, hay un margen de seis meses para presentar los impuestos de la tramitación de la herencia a partir de la fecha de defunción. Si nos pasamos de este tiempo, se pagan impuestos… e intereses! Por eso es tan importante la planificación. Todo el mundo debe hacer esta planificación cuanto antes mejor. Y lo primero que hay que hacer es el testamento», asegura la Patricia.
No importa la edad: el testamento se puede ir actualizando siempre
«Yo por ejemplo lo hice este verano. Me pasé un día por el notario y lo hice. Ahora que tengo 40 años sé lo que quiero, lo que tengo… hay que recordar que el testamento se puede ir actualizando toda la vida», añade la experta en herencias de Gestingral, que pone otro ejemplo de previsión. «Hace unos meses recibí la visita de una pareja que se iban a China. Tenían entre 20 y 30 años, pero me explicaron que habían decidido hacer el testamento. Así se quedaban más tranquilos, me dijeron».
Si no tienes testamento , puedes entrar con problemas con los herederos, notarios,… en definitiva, el proceso se puede complicar -mucho- y salir extraordinariamente caro. Por eso, en Gestingral siempre apostamos por la planificación.